Innovacion sustentable
Nuevo buque eléctrico
El ferry ultraliviano, 100% eléctrico más grande del mundo.
elemento actual - no cumple condiciones
Energía limpia. Futuro Claro
Hace más de cuarenta años, la ONU celebró la “Cumbre de la Tierra”, en Estocolmo. Poco después, el Club de Roma difundía un documento titulado los “Límites del Crecimiento”.
Desde entonces, sin solución de continuidad, se han sucedido conferencias, congresos, simposios, convenciones, reuniones y seminarios de toda índole, los cuales han emitido toneladas de documentos, informes y papers, para crear conciencia acerca de la degradación de la biósfera como consecuencia de las actividades humanas.
Sin embargo, poco se ha hecho reducir la contaminación, la “huella de carbono” y las emisiones de efecto invernadero.
Lejos estamos, todavía, de llegar a la deseable - indispensable - sustentabilidad, la que, según el Informe Brundtland, de 1987, se puede definir como “la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer las del futuro”.
En BUQUEBUS hemos puesto proa hacia el desarrollo sustentable. Y navegamos hacia él con energía. Con energía limpia.
Juan Carlos López Mena
El ferry ultraliviano, 100% eléctrico más grande del mundo.
El futuro
nos interpela hoy
Las empresas del grupo BUQUEBUS han entrado, definitivamente, en la era de la responsabilidad ambiental y están protagonizando una auténtica “revolución verde”.
Todas sus unidades de transporte, sus edificios, sus equipos y, sobre todo, las conductas y procedimientos de todos quienes integramos las empresas, tienen la preservación ecológica, la eficiencia energética y la sustentabilidad, como preceptos primordiales.
No ignoramos que todo ello va a incrementar nuestros costos y a acotar nuestra rentabilidad porque, naturalmente, nada de ello puede ser transferido a precios.
Pero lo hacemos convencidos que es lo correcto. Porque la responsabilidad ambiental de la empresa, así como su responsabilidad social, son, hoy en día, imperativos éticos.
Esta nueva ética, nítidamente orientada hacia el bien común, abraza también la solidaridad intergeneracional, anhelando legar a las futuras generaciones un mundo un poco mejor que el que recibimos. Procurar la sustentabilidad de todos los sistemas es el mandato inexcusable, para, como definía el Informe Brundtland: “satisfacer las necesidades de hoy sin comprometer las de mañana.”